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EXPERIENCIAS Y PRÁCTICAS
Construyendo la identidad femenina cooperativista
Número 227 / Año 2019 / Por Lesnichevsky, Mariel
El 15 de septiembre de 2018 se llevó adelante el 2° Encuentro de Mujeres e Identidades Femeninas Cooperativistas en el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, una de las diversas instancias que se organizan como antesala al anual Encuentro Nacional de Mujeres (33° ENM, Trelew, 2018). Más de cien trabajadoras, asociadas, docentes, investigadoras, empleadas de cooperativas, federaciones y confederaciones, trabajadoras autogestionadas, mujeres comprometidas con la economía social, solidaria y popular nos reunimos a pensar y a debatir sobre diversos puntos que nos involucran en nuestra cotidianeidad atravesados por dos ejes centrales: cooperativismo y feminismo. En este contexto, se entrevistó a diferentes participantes, de distintas edades y espacios con el fin de conocer e intentar construir la diversidad de la identidad cooperativista femenina.
Building the co-operativist feminine identity. The II Meeting of Women and Co-operativist Feminine Identities took place September 15, 2018, at the Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini,” one of many events that are organized in preparation for the annual National Meeting of Women (33° ENM, Trelew, 2018). More than 100 workers, associates, teachers, researchers, employees of cooperatives, federations, and confederations, self-managed workers, as well as women who are committed with the social, solidarity and popular economy gathered together to think and discuss about many issues that affect our every-day life, and that are transversed by two main subjects: co-operativism and feminism. In this context, participants of different ages and from different places were interviewed in order to learn about and attempt to build the diversity of the Argentine co-operativist identity.
Construindo a Identidade Feminina Cooperativista. Em 15 de setembro de 2018 foi realizado o 2° Encontro de Mulheres e Identidades Femininas Cooperativistas no Centro Cultural da Cooperação “Floreal Gorini”, uma das várias instâncias que antecedem ao Encontro Nacional de Mulheres (33° ENM, Trelew, 2018) de realização anual. Mais de cem trabalhadoras associadas, professoras, pesquisadoras, empregadas de cooperativas, de federações e confederações, trabalhadoras autogeridas, mulheres comprometidas com a Economia Social, Solidária e Popular ficamos reunidas para pensarem e debaterem sobre diferentes pontos que nos envolvem em nossa cotidianidade, atravessados por dois eixos centrais: Cooperativismo e Feminismo. Neste contexto, foram entrevistados diferentes participantes, de idades várias e de espaços múltiplos, com o objetivo de conhecer e intentar construir a Diversidade da Identidade Cooperativista Feminina.

Revista Idelcoop, nº 227, marzo 2019. ISSN 0327-1919 / Sección Experiencias y prácticas

 IDELCOOP Fundación de Educación Cooperativa

 

Construyendo la identidad femenina cooperativista

 

Mariel Lesnichevsky

 

Resumen

El 15 de septiembre de 2018 se llevó adelante el 2° Encuentro de Mujeres e Identidades Femeninas Cooperativistas en el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, una de las diversas instancias que se organizan como antesala al anual Encuentro Nacional de Mujeres (33° ENM, Trelew, 2018). Más de cien trabajadoras, asociadas, docentes, investigadoras, empleadas de cooperativas, federaciones y confederaciones, trabajadoras autogestionadas, mujeres comprometidas con la economía social, solidaria y popular nos reunimos a pensar y debatir sobre diversos puntos que nos involucran en nuestra cotidianeidad atravesados por dos ejes centrales: cooperativismo y feminismo. En este contexto, se entrevistó a diferentes participantes, de distintas edades y espacios con el fin de conocer e intentar construir la diversidad de la identidad cooperativista femenina.

 

Palabras clave: mujeres, cooperativismo, mujeres cooperativistas, feminismo, identidad, identidad femenina

 

Introducción

La lucha del movimiento de mujeres logró un nivel de consolidación tal que instala en agenda pública temas como el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, la economía del cuidado, las desigualdades de ingresos, el acceso al trabajo y la violencia de género, a la vez que hace visibles las consecuencias de un modelo de ajuste y exclusión que afecta especialmente a las mujeres y atenta contra la sustentabilidad de experiencias de trabajo cooperativo, asociativo y autogestionado. Esta coyuntura despierta la necesidad de que nuestros movimientos (el de mujeres y el cooperativista) trabajen en la construcción de una agenda colectiva. En este camino, en 2018 se realizó el 2° Encuentro de Mujeres e Identidades Femeninas Cooperativistas, un espacio de reunión previa al Encuentro Nacional de Mujeres donde se trabajó en pos de construir una voz colectiva para las organizaciones del movimiento cooperativo y de la sociedad en general.

Desde la mañana más de cien trabajadoras, asociadas, docentes, investigadoras, empleadas de cooperativas, federaciones y confederaciones, trabajadoras autogestionadas, mujeres comprometidas con la economía social, solidaria y popular abordaron y discutieron en base a cuatro ejes temáticos:

 

1. Debates y cambios observados en las organizaciones en el último tiempo.

2. Consecuencias que genera el contexto político-económico a las problemáticas del cooperativismo y la desigualdad de género.

3. Instrumentos con los que contamos, cuáles se pueden potenciar para nuestro accionar.

4. Desafíos y agenda.

 

Además del trabajo en comisiones y los debates generados durante el mismo, el evento fue un espacio de encuentro y de intercambio de experiencias, de trayectorias y de vivencias, donde se pudo reflexionar sobre temas que nos atraviesan como mujeres y cooperativistas. Los cuerpos, la corporalidad, lo lúdico, lo artístico también estuvieron presentes a través de la participación en talleres de expresión corporal y danzas.

En este contexto, se entrevistó a diferentes participantes, de distintas edades y espacios con el fin de conocer e intentar construir la diversidad de la identidad cooperativista femenina. Ellas prestaron sus voces e historias para conocer las múltiples características que nos componen como sector dentro del cooperativismo. Juntas reflexionamos sobre el presente y el futuro del movimiento femenino cooperativo.

 

La identidad de las mujeres es el conjunto de características sociales, corporales y subjetivas que las caracterizan de manera real y simbólica de acuerdo con la vida vivida. La experiencia particular está determinada por las condiciones de vida que incluyen, además, la perspectiva ideológica a partir de la cual cada mujer tiene conciencia de sí y del mundo, de los límites de su persona y de los límites de su conocimiento, de su sabiduría, y de los confines de su universo. Todos ellos son hechos a partir de los cuales y en los cuales las mujeres existen, devienen.[1]

 

¿Quiénes somos las mujeres cooperativistas? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos?

 

Presentación de las entrevistadas

Mariela Salas es integrante de la Cooperativa de Cuidadores Domiciliarios en Mar del Plata. Empezó en la cooperativa hace cuatro años por necesidad laboral y a partir de ahí comenzó a conocer esta nueva modalidad de trabajo. La cooperativa le cambió la vida: “Cuando una entra en la cooperativa es un cambio radical que se hace, de pensamiento y de vivencias, es lo más fabuloso que nos puede pasar”, y afirma que “si nosotros y nosotras internalizamos lo que es el trabajo cooperativo, el lugar, el país, el mundo serían diferentes”. Consuelo Domínguez también es integrante de esta cooperativa desde hace tres años. Cuando comenzó le dijeron que era la número 142, luego de trabajar en diferentes lugares creyó que iba a ser un número más, por su experiencia intuyó que iba a ser lo mismo pero afirma que no fue así: “En la cooperativa compartís, conversás, trabajás con tus compañeros y compañeras, te proyectás en grupo, tenés voz y voto, todos y todas somos iguales. Es una buena opción de trabajo, es sinónimo de unidad”. La cooperativa de Mar del Plata está compuesta en su mayoría por mujeres, están abiertas a recibir diversidad y tienen como lema no hacer discriminación ni de religión, ni de razas, ni de ideologías, el objetivo es trabajar unidos y unidas.

Denise Kasparian y Montserrat Miño forman parte del equipo de investigadores e investigadoras del Centro Cultural de la Cooperación. Desde el Departamento de Estudios Sociológicos y del de Economía Social, Cooperativismo y Autogestión están involucradas con el cooperativismo y llevan adelante el estudio de las propias realidades del ámbito cooperativista. Además, Montserrat forma parte de una cooperativa.

Greta llegó al cooperativismo de casualidad, a través del teatro. Sus estudios comenzaron en un centro cultural y cuando se comenzaron a organizar fue de manera cooperativa. Ella afirma que años después entendió que esa construcción era el cooperativismo y a partir de ahí comenzó a investigar y profundizar en el tema. Con el paso del tiempo, sostiene que el cooperativismo es una forma de vida, una manera de construir las relaciones, que es muy gratificante, pero aún así presenta desafíos.

La cooperativa de vivienda “Camino de los Perseverantes” nace como un horizonte esperanzador para un grupo de personas ante la problemática de desalojo que atravesaban en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Desde sus inicios, cuando había que resistir desalojos, las mujeres eran las que estaban al frente, igual que en la actualidad. “Son las mujeres las que están al frente, debaten, opinan, deciden.”, así lo afirma Corina, una de sus integrantes y agrega que se caracterizan por “darle para adelante a pesar del contexto y el panorama adverso porque estamos convencidas de que merecemos un presente y un futuro mejor”. Por su parte, Mirta atraviesa una situación problemática de vivienda desde 2009 y eso la impulsó a formar la cooperativa donde hoy es presidenta. Ambas sostienen que el estar juntas en la cooperativa les da fuerza para conseguir sus derechos y que el tiempo las fue uniendo entre sí, a pesar de los traspiés, para afrontar el difícil panorama.

Verónica De Luca es trabajadora del Banco Credicoop Cooperativo, comenzó en las comisiones de asociados donde aprendió sobre este modelo económico, luego pasó a ser secretaria de Educación Cooperativa de la filial donde su rol es transmitir los valores cooperativos a los compañeros y a las compañeras de las filiales y actualmente es miembro y empleada del banco.

Casi en simultáneo con la aprobación de la Ley de Identidad de Género surge la Cooperativa La Paquito como una herramienta para concretar un derecho más para la comunidad trans, el del trabajo. Diana Aravena y Ana Ibarra, integrantes de la cooperativa, nos cuentan las dificultades que tiene el colectivo trans para acceder al trabajo formal y que solamente tienen el trabajo sexual como alternativa para poder vivir. La cooperativa nace con un doble propósito:

 

Primero, constituir un sostén para nuestras compañeras, y en segundo lugar, demostrar que lo que decimos es verdad, que el trabajo dignifica, te cambia, te estructura y te da derecho a todas las demás cosas a las que no tenemos acceso habitualmente. Entonces, al mismo tiempo es reclamar una ley de inclusión laboral para todo nuestro colectivo.

 

Liliana Carpenzano es jubilada del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC) –luego de trabajar 38 años– y referenta del movimiento cooperativo por su historia en la institución. Cuando empezó a trabajar en 1980 en el Banco Credicoop, no conocía otra forma de producción más que la capitalista. A pesar de su participación política en el peronismo previa a su incorporación al movimiento cooperativo nucleado en el IMFC, se sorprendió de la fuerte injerencia y apertura ideológica dentro del espacio laboral, no solo con sus compañeros y compañeras sino con sus jefes y jefas. Hoy, a los 66 años, afirma que el cooperativismo produjo un cambio cultural en su vida, a nivel político, laboral y en general: “Formar parte de una institución que todos los días levanta sus persianas para meterse en la sociedad e intentar que esa sociedad sea más justa, soberana y libre me hizo aprender muchísimo”.

 

Experiencias dentro del movimiento cooperativo

Desde sus diferentes lugares todas afirman que la construcción de una sociedad más justa es a través del cooperativismo y sus principios hacen que sea un terreno más fértil para la igualdad de género, esto no quita que el movimiento forme parte de una sociedad patriarcal que tiene estructuras machistas que lo atraviesan en todos sus ámbitos.

Liliana Carpenzano, integrante del IMFC, sostiene que “desde hace unos años se están empezando a revertir algunas estructuras machistas, independientemente de ello siempre hubo jefas mujeres. Pero hay todavía una gran marca patriarcal en esta institución que, a partir del comienzo de Ni Una Menos, se empezó a reinventar, a reconstruir. Es muy dinámica la institución, es muy viva, ha tomado cuenta de esto y se ha podido empezar a trabajar poco más ese tema, que creo todavía hace falta transitar mucho”. Verónica De Luca, del Banco Credicoop, toma una postura similar:

 

Estamos inmersas en una sociedad que es patriarcal y neoliberal entonces el movimiento cooperativo, si bien en sus principios y valores es igualitario, necesita que se milite el espacio de las mujeres.

 

En siete años de historia y lucha, la Cooperativa de la Diversidad logró ganarse su lugar y obtener la consideración de muchos compañeros y compañeras del movimiento. Igual que sus compañeras, las integrantes de la Cooperativa La Paquito consideran que el cooperativismo “no está exento del resto de la sociedad, ya que se reproducen muchas lógicas de machismo y discriminación.”

Un espacio con más escucha, más democracia, más reflexión convive con la realidad observada por Denise, investigadora del Centro Cultural de la Cooperación, quien sostiene que en sus estudios de campo los emprendimientos cooperativos están repletos de hombres y hay poca problematización al respecto. Sobre esto, los estudios respaldan la realidad vista por Denise: “Ocho de cada diez puestos de toma de decisiones están ocupados por los compañeros varones”.[2]

Esto no quita que se vayan construyendo espacios dentro de las cooperativas para trabajar y afrontar las diversas problemáticas que conlleva una sociedad patriarcal. Internamente, las mujeres se han comenzado a organizar, por ejemplo, en la Cooperativa de Cuidadores Domiciliarios de Mar del Plata comenzaron a ver casos de violencia de género y a pensar cómo ayudar a las compañeras. Hoy en día tienen un grupo de violencia de género y generaron un clima de confianza para poder afrontar todas juntas las situaciones particulares. Además, se forman constantemente para no perder esta herramienta de trabajo. “Esto es una cadena. ¿Te acordás que antes te decían ‘no te copies’? Bueno, en esto te tenés que copiar. Tenemos que hacer boca en boca, transmitir la palabra cooperativa”, afirma Consuelo.

 

¿Qué nos identifica como mujeres e identidades femeninas cooperativistas?

Como personas nos construimos en sociedad y en ese camino observamos las similitudes y diferencias. En el querer construir nuestra identidad nos damos cuenta de lo distintas e iguales que somos. ¿Qué nos identifica como mujeres e identidades femeninas cooperativistas? Y sin dudarlo Verónica responde: “El querer y poder transformar a la sociedad. Participando del movimiento cooperativo estás participando en la sociedad desde otra perspectiva porque sabemos que otro mundo es posible, otra economía es posible, otra sociedad es posible, con otros principios y valores. Entonces, participar como mujer dentro de una cooperativa es querer transformar a la sociedad, al mercado, a la economía, al país, es eso”. El resto de las entrevistadas opina de manera similar y hacen referencia a la búsqueda de equidad, la acción constante por el cambio, el trabajo por la igualdad y la justicia. Montserrat reflexiona:

 

El cooperativismo es transformación y forma de vida que uno traslada a todos los espacios donde se mueve. Entonces, no concibo la desvinculación entre una lucha por la igualdad de género y la lucha por el cooperativismo, porque ambas son luchas que, de fondo, lo que tienen es la búsqueda de la equidad y la justicia.

 

Los movimientos de mujeres y el cooperativismo tienen puntos en común. Ambos buscan romper la estructura de una sociedad desigual y transformarla. El movimiento cooperativo es un terreno fértil para profundizar los cambios que nos proponemos como mujeres. Así mismo, no estamos exentos y exentas de los debates coyunturales y las grietas que en estos acontecen, por ejemplo, con la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que presentó diversidad de posturas en toda la sociedad.

Sobre esas diferencia y debates, Liliana Carpenzano asegura que las mujeres cooperativistas corremos con ventaja ya que formamos parte de un cooperativismo democrático que nos enseñó a pararnos a discutir, a pensar las cosas, a revisarlas, a enojarnos, nos enseñó a tener un criterio propio. Además, celebra las nuevas generaciones de mujeres, su iniciativa, su fuerza. Y agrega que:

 

El movimiento feminista es desde lo político, en este momento, el único transversal, el único absolutamente despojado de dogmas donde no hay con qué darle. A mí me parece que es un ejemplo de un movimiento de resistencia, de creatividad, de respeto, eso es el movimiento feminista.

 

Y Diana, desde la Cooperativa de la Diversidad, sube la vara, planteando que:

 

Como cooperativismo, en general, tenemos que fortalecer la sororidad, demostrar que hay otra cosa posible, sobre todo en el contexto en el que estamos viviendo. Somos una cooperativa de la diversidad, no nos gustan los guetos, desde este lugar que nos tocó, el lugar que nos dejaron, intentamos impulsar que haya igualdad dentro de todas las organizaciones, que seamos coherentes con lo que decimos y que construyamos igualdad en todos los espacios.

 

Reflexiones finales

La crisis socioeconómica que atraviesa la Argentina agudiza las problemáticas de género, al mismo tiempo que amenaza con desplazar las reivindicaciones por las que luchamos. Este contexto neoliberal hace aún más urgente y necesaria la construcción de una agenda feminista para potenciar el accionar de las mujeres e identidades diversas y generar herramientas para la construcción de un cooperativismo transformador que pone en valor las luchas de géneros.

En este camino nos encontramos, diversas, distintas pero juntas en la construcción colectiva del movimiento feminista dentro del cooperativismo

 

Bibliografía

Lagarde, Marcela. “Identidad femenina”. Texto difundido por Comunicación, Intercambio y Desarrollo Humano en América Latina (CIDHAL). A.C., México. Disponible en: https://xenero.webs.uvigo.es/profesorado/purificacion_mayobre/identidad.pdf, última fecha de acceso: 8 de octubre de 2018.

López, Ana y Mutuberría Lazarini. “Las mujeres en el cooperativismo y en la economía social: dilemas, restos y desafíos”, en: Revista Idelcoop. Nº 216. Buenos Aires, julio, 2015. Disponible en: https://www.idelcoop.org.ar/sites/www.idelcoop.org.ar/files/revista/articulos/pdf/revista-216-exp-y-pract-01.pdf, última fecha de acceso: 14 de marzo de 2019.

 

[1] Lagarde (1990).

[2] Lopez y Mutuberria (2015).