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REFLEXIONES Y DEBATES
Las cooperativas de trabajo
Número 229 / Año 2019 / Por Form, Edgardo
Las cooperativas de trabajo existen en la Argentina desde hace décadas y tienen orígenes, características y miradas diferentes. Algunas antiguas cooperativas de trabajo tienen más de 60 años; otras han surgido a partir de la crisis del año 2001, con la organización de los trabajadores y trabajadoras de empresas que fueron abandonadas por sus dueños, de las que se tuvieron que hacer cargo por el camino de la solidaridad, de la ayuda mutua y del esfuerzo propio
The work co-operatives. Work co-operatives have existed in Argentina for decades, with different origins, characteristics and views. While some work co-operatives are more than 60 years old, some others have emerged with the 2001 crisis, after the workers of companies that had been abandoned by their owners, took charge of them by means of the solidary work, mutual help and effort
As Cooperativas de Trabalho. As cooperativas de trabalho existem na Argentina há décadas e têm uma origem, características e visões diferentes. Algumas cooperativas de trabalho antigas têm mais de 60 anos; outras têm surgido da crise do ano 2001, com a organização dos trabalhadores e trabalhadoras de empresas que foram abandonadas pelos seus donos, e recuperadas pelos trabalhadores percorrendo o caminho da solidariedade, da ajuda recíproca e do esforço próprio

Revista Idelcoop, nº 229. Noviembre 2019. ISSN 0327-1919 / Sección Reflexiones y Debates

IDELCOOP Fundación de Educación Cooperativa

 

LAS COOPERATIVAS DE TRABAJO[1]

 

Edgardo Form[2]

 

Resumen

 

Las cooperativas de trabajo existen en la Argentina desde hace décadas y tienen orígenes, características y miradas diferentes. Algunas antiguas cooperativas de trabajo tienen más de 60 años; otras han surgido a partir de la crisis del año 2001, con la organización de los trabajadores y trabajadoras de empresas que fueron abandonadas por sus dueños, de las que se tuvieron que hacer cargo por el camino de la solidaridad, de la ayuda mutua y del esfuerzo propio.

 

Palabras clave: Cooperativas de trabajo, empresas recuperadas, cooperativas sociales, Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos

 

 

Introducción

 

Las cooperativas de trabajo existen en la República Argentina desde hace décadas, son de alguna manera herederas de las primeras expresiones del trabajo asociado y solidario que comenzaron a tomar cuerpo después de la fundación de la Cooperativa de los Pioneros de Rochdale en 1844. A partir de ese momento, comenzaron a constituirse cooperativas de crédito rural en Alemania y cooperativas de trabajo en Francia. Es decir que entre 1844 y 1850 la forma asociativa y solidaria del modelo cooperativo con distintas expresiones comenzó a diseminarse.

Todo comenzó con 28 personas –los pioneros rochdalianos–. Hoy son 1.200 millones de personas que, en todo el mundo, están vinculadas de alguna manera con el cooperativismo, como trabajadores y trabajadoras, como asociados y asociadas, como dirigentes. Es un número importante de personas que practican cotidianamente la economía social y solidaria.

Las cooperativas de trabajo en la Argentina tienen distintas raíces; inclusive las entidades que congregan al cooperativismo de trabajo tienen diferentes miradas.

Hay antiguas cooperativas de trabajo que tienen más de 60 años –puedo citar Cogtal, de obreros gráficos– y otras que han surgido debido a la crisis del año 2001, ya que hubo mucha gente que quedó sin trabajo, empresas que fueron abandonadas por sus dueños y de las que los trabajadores y las trabajadoras se tuvieron que hacer cargo por el camino de la solidaridad, de la ayuda mutua y del esfuerzo propio.

 

Cooperativas de profesionales

 

Hay cooperativas que se constituyen como cooperativas de trabajo integradas por profesionales jóvenes, que eligen esa modalidad asociativa para poder brindar sus servicios profesionales en el campo de la computación, del diseño gráfico, etc. De esta manera, se exhiben ante los posibles usuarios y consumidores que harían uso de los servicios y bienes que producen o brindan, de una manera tal que les permita competir en mejores condiciones, tener una economía de escala que los beneficie, y por supuesto reunir saberes y capacidades diversas dentro de determinada actividad profesional, como para ocupar determinados nichos de mercado y participar en condiciones óptimas.

 

Cooperativas sociales

 

Aparecen también, actualmente, aunque en otros países ya tienen una historia de varias décadas, las llamadas “cooperativas sociales”, que en general son de trabajo y vienen a cubrir una necesidad importante de la comunidad porque se ocupan, por ejemplo, de los adultos y las adultas mayores, o de quienes tienen problemas de salud y necesitan contención y asistencia, y también de niños y de niñas.

Hay experiencias en otros países, por ejemplo Italia, que tiene dos grandes modelos de cooperativas sociales. En nuestro país, una normativa que reconozca esta modalidad está pendiente, aunque hay resoluciones del INAES que apuntan en esa dirección.

En Mar del Plata opera una cooperativa de cuidadores y cuidadoras que ha tenido un éxito muy importante, entre otras cosas porque encontraron una necesidad no satisfecha que es el cuidado de los adultos y las adultas mayores. Esto quizá obedezca a que mucha gente, en su momento, ha pensado que al término de la vida laboral lo mejor era ir a vivir a Mar del Plata. Obviamente es una ciudad maravillosa y tiene un importante porcentaje de población de adultos y adultas mayores, por eso surge esta cooperativa de trabajo, que brinda muy buenos servicios porque se han capacitado, atienden a este sector de la comunidad de una manera muy eficiente. Seguramente este tipo de experiencia concreta cooperativa se multiplicará, porque la necesidad existe, el Estado no la resuelve, las empresas privadas lucrativas tampoco, entonces la cooperación, la ayuda mutua, el esfuerzo propio son las necesarias respuestas cooperativas.

 

Empresas recuperadas

 

Están también las empresas recuperadas por sus trabajadores y trabajadoras. Algunas han desarrollado una labor exitosa, algunas no tanto, y otras han fracasado. En ese sector en particular, más allá de la ausencia de políticas públicas o de apoyo del Estado, hay un tema complejo que es el indispensable cambio cultural de pasar de ser un trabajador o una trabajadora en relación de dependencia –donde hay un gerente que se ocupa de comprar, de vender, de administrar, de fijar políticas comerciales–, a ser un trabajador autogestionado o una trabajadora autogestionada, sin formación previa para desplegar una actividad gerencial que requiere cierto profesionalismo, o mínimamente de capacitación.

 

Liderazgo cooperativo

 

Hay otro tema que no debemos soslayar: la indispensable necesidad en esas cooperativas, o en cualquier cooperativa o emprendimiento social, de liderazgo. Si se carece de liderazgo es muy difícil que el conjunto de los factores, sobre todo los seres humanos que integran las organizaciones, puedan trabajar armónicamente.

Debe ser alguien adecuado para una conducción democrática, que tenga la empatía suficiente, el conocimiento, la personalidad, el respeto hacia los y las demás integrantes de la organización, para canalizar del mejor modo posible las energías, los talentos, las capacidades.

Alguien dijo que “la gestión es el arte de canalizar los talentos”, pero para eso hace falta un equipo, un Consejo de Administración, una Mesa Directiva que conduzca, y en particular el “primus inter pares”, o sea, el mejor entre los pares. Esto no significa que el o la líder tenga el poder absoluto, significa que sabe escuchar, que sabe persuadir, que conoce la actividad específica, que respeta a los demás y es respetado, condiciones que ayudarán a conducir exitosamente. Parece una obviedad, pero si se carece de liderazgo es muy difícil que estos emprendimientos prosperen. Hay cooperativas de empresas recuperadas que no han logrado consolidarse por no conseguir un buen liderazgo, además de tener que actuar en un mercado extremadamente competitivo y complejo. Las empresas que ya están instaladas en ese mercado cuentan con prestigio, con porciones de consumidores y consumidoras que conocen la marca, conocen la empresa. Ocupar el nicho que dejan libre, es difícil. Hay que conocer el mercado, hay que tener un plan de negocios, hay que recurrir a la capacitación y al asesoramiento.

 

El futuro del trabajo

 

Los y las cooperativistas de trabajo que se reunieron en el Primer Foro de la Economía Cooperativa, Autogestiva y Popular, realizado en el Club Ferro el 27 de julio pasado, eran más de 3.000, una cantidad importantísima, no frecuente, de la que no hay antecedentes.[3]

Alguien dijo que las cooperativas “son hijas de la necesidad y madre de las soluciones”.

Esta definición resulta por demás oportuna en circunstancias muy complejas, teniendo en cuenta, como señala la OIT, que en un futuro cercano el trabajo ya no será como lo conocemos en la actualidad. La incorporación de la robótica y otros recursos tecnológicos provoca, y lo hará cada vez con mayor intensidad, la reducción de las fuentes laborales tradicionales.

Tiempo atrás una persona entraba en una empresa y sabía que se iba a jubilar allí. Por ejemplo, en los ferrocarriles, los conductores de locomotoras hacían entrar a sus hijos, que comenzaban como aprendices. Con mucho orgullo, el nuevo conductor de locomotoras decía que era hijo de un ferroviario. Y seguramente su hijo seguiría siendo ferroviario y se jubilaría como tal.

Como dijimos, de aquí en más y en poco tiempo, esto va a desaparecer. Actualmente comienzan a proliferar las formas de trabajo precarizado, algo que habrá de agudizarse con los proyectos de reforma laboral inspirados en el pensamiento neoliberal.

En este contexto, el cooperativismo de trabajo encuentra una oportunidad de desarrollo muy importante. En cuanto a la capacitación y el asesoramiento, como hay modestas cooperativas que no cuentan con un elenco profesional que brinde esos saberes, cubren ese espacio las federaciones y las confederaciones, que al integrar los esfuerzos, tienen mejores condiciones para contratar profesionales calificados que sepan cómo atender los requerimientos de las cooperativas.

 

Consultoría del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos

 

El IMFC cuenta con un departamento de proyectos, cuya responsable es la Lic. Patricia Arpe, que entre otras cosas colabora con las cooperativas de primer grado para diseñar planes de negocios y proyectos para acceder al financiamiento con micro y meso créditos, además de otras fuentes.

También existe una consultoría que ayuda a conocer los deberes y derechos que tienen los y las cooperativistas en el marco de la Ley 20.337, cómo se elabora un estatuto, brinda asistencia técnica para la contabilidad y otras prestaciones. Se encuentra a cargo de la Cdra. Verónica San Martín.

Una Ley de Cooperativas de Trabajo es necesaria para que los jueces, ante un conflicto, consideren apropiadamente a los asociados y las asociadas a una cooperativa de trabajo y para proteger la figura jurídica y su esencia.

De modo que, para el desarrollo y la consolidación de las cooperativas de trabajo, que son una forma de acceder al trabajo digno, como lo llama la propia Alianza Cooperativa Internacional y la OIT en la declaración compartida con motivo del 97º Día Internacional de las Cooperativas y el Centenario de la Organización Internacional del Trabajo, hacen falta marcos normativos adecuados y políticas públicas especialmente destinadas al sector.

Se aspira a que el mundo del trabajo cumpla adecuadamente todas las leyes laborales; además, hay temas que están pendientes, como la jubilación de un o una integrante de una cooperativa de trabajo, que, aunque puede recurrir al monotributo, debería contar con algún otro mecanismo que le permita, al término de su vida laboral, tener un ingreso digno. Si no, pasa como dijo el Papa Francisco, que hay gente que se queda afuera y se convierte en objeto descartable.

 

Datos de la realidad

 

La organización no gubernamental Oxfam informa que actualmente hay tan solo 26 personas que concentran la riqueza de media humanidad. Este número tiende a disminuir, porque la concentración avanza aceleradamente debido al paradigma económico dominante.

Otro dato que refleja la injusta distribución de la riqueza es que millones de personas padecen hambre crónica porque no acceden a la alimentación indispensable para vivir. Esto lo informa la FAO, organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

Esta dramática realidad constituye una verdadera paradoja en un mundo donde la tecnología y otros avances permiten producir alimentos para una población mayor que la actual.

Por lo tanto, el gran desafío es generar fuentes de trabajo digno, distribuir la riqueza con equidad, respetar la naturaleza. Esto es parte de los grandes compromisos del cooperativismo que se encuadran también en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

La Alianza Cooperativa Internacional, liderada por nuestro compatriota el Dr. Ariel Guarco como presidente, está tendiendo puentes de integración, ha recorrido buena parte del planeta visitando a las autoridades de las confederaciones y también a las bases del cooperativismo. Esto es de enorme importancia y debe tener su correlato a nivel nacional.

 

Colofón

 

El encuentro multitudinario de las cooperativas de trabajo reunidas en el Primer Foro de la Economía Cooperativa, Autogestiva y Popular, es un hecho histórico muy esperanzador. La sumatoria de esfuerzos, la elaboración de proyectos compartidos y la demostración de la unidad del movimiento van a incidir sobre el Estado para lograr la elaboración de políticas públicas de interés para todo el sector.

 

 

[1] Publicado originalmente en Social y solidaria https://socialysolidaria.com/

[2] Presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos – IMFC. Correo electrónico: eaform@imfc.coop.