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EDITORIAL
Editorial
Número 230 / Año 2020 / Por Idelcoop
Revista Idelcoop, nº 230. Marzo 2020 - ISSN 0327-1919 / Sección Editorial
Idelcoop Fundación de Educación Cooperativa

 

Marzo es en la Argentina, desde hace más de tres décadas, un mes dedicado a la memoria colectiva, por la verdad y la justicia. Sin embargo, cerramos este ejemplar de la Revista mientras los organismos de derechos humanos anuncian la inédita decisión de suspender su convocatoria a movilizarse a Plaza de Mayo el próximo 24, en acuerdo con los protocolos y disposiciones del gobierno argentino para evitar la propagación del coronavirus. Es que esta pandemia marca hoy el ritmo de la vida de la población del planeta.

Esta afirmación no niega lo que representa la expansión del dengue en nuestro país, tampoco el hecho de que, en lo que va del año se produjeron 70 femicidios, ni que el hambre es la principal pandemia del mundo, aunque los medios de comunicación no le presten atención sino en muy contadas ocasiones. Y deja para cuando la situación urgente haya sido superada, analizar las distintas teorías sobre el origen -natural o artificial- de la enfermedad. De lo que no cabe duda, es que la creciente desigualdad social, la crisis climática, la disparidad de género, la precarización del trabajo, -entre otros males que el auge de las concepciones neoliberales ha profundizado en estos tiempos-, por lo menos facilitan la difusión de la nueva “peste” e impiden, o al menos demoran, una rápida respuesta de Estados voluntariamente desarmados.

Lo que no alcanzó a impedir la pandemia fue el paro y movilización que bajo la consigna “La deuda es con nosotras y nosotres, ni con el FMI, ni con las iglesias. Vivas, libres y desendeudadas nos queremos/ ¡Será Ley!”, organizaron “mujeres cis y trans, travestis, lesbianas, bisexuales, no binaries, gordes, intersex; jubiladas, viejas, putas, campesinas, personas con discapacidad, diversidad funcional y neurodivergentes, sordas; mujeres indígenas, originarias, afroargentinas, negras y afrodescendientes”[1], en el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras. Afortunadamente, otro signo -más reciente- de los marzos argentinos.

Para quienes entendemos que el cooperativismo es una herramienta de transformación social, todos estos temas nos atraviesan de manera permanente. Por eso no es de extrañar que en este numero de la Revista se publique “Encuentro del cooperativismo mundial”, una extensa reseña de la Conferencia Internacional “Cooperativas para el desarrollo” y la Asamblea General de la Alianza Cooperativa Internacional, desarrolladas en Kigali (Rwanda) en el mes de octubre de 2019. Justamente, las sesiones de la Conferencia se centraron en buscar una respuesta cooperativa al aumento de la desigualdad, la emergencia climática, la disparidad de género, el futuro del trabajo y la construcción de la paz, instando a los y las cooperativistas de todo el mundo a desarrollar estrategias para reducir la inequidad, evidenciada en la injusta distribución de la riqueza, la discriminación, las prácticas antidemocráticas, y el descuido de los más vulnerables.

Por otra parte, “Imaginarios post-neoliberales.  Tres proposiciones de principio, para una indagación critica-prospectiva”, aporta tres propuestas para orientar al movimiento cooperativo ante los desafíos vitales globales y los inconvenientes que genera nuestro modo de vida: disponer de imaginación y de utopías concretas post neoliberales, postularse como líder de la innovación social y del compromiso solidario, y plantear lo común como dispositivo de experimentación colectiva en el contexto sociopolítico post neoliberal.

La sección Reflexiones y debates se completa con la sistematización de una experiencia en el artículo “Innovación social en un ecosistema de economía social y solidaria” que rescata la memoria y expone los resultados de un proceso de sinergia intersectorial en una comunidad indígena de Colombia, y con Del modelo industrial con inclusión social al modelo financiero. Argentina y la región en la encrucijada. Pensar la cultura en la economía social, comunitaria y solidaria”, trabajo que, partiendo de una conceptualización de economía social, comunitaria y solidaria como un campo de la economía plural en el que predomina la reciprocidad, se propone pensar cómo la cultura contribuye a que la economía social y comunitaria se torne solidaria.

En Educación, Semilleros de investigación como estrategia de enseñanza-aprendizaje para el fortalecimiento de cooperativas y emprendimientos solidarios” ofrece un análisis de iniciativas de estímulo al proceso de enseñanza-aprendizaje para al fortalecimiento del cooperativismo y otros emprendimientos solidarios orientados a partir de semilleros de investigación para la construcción de ambientes académicos interdisciplinares en el Instituto Federal Do Pará-Campus Santarém (Brasil).

Dos experiencias muy diferentes refuerzan la convicción de que el cooperativismo puede dar respuestas exitosas allí donde el mercado solo puede generar exclusión social, ambiental o urbanística. “Cooperativa La Paquito: capital simbólico y proyecto productivo. Entrevista a Diana Aranvena e Lara Ibarrainvita a realizar un recorrido por los ocho años de historia de esta empresa textil conformada en su totalidad por mujeres trans, donde se destacan las dificultades económicas y sociales atravesadas durante el gobierno de Mauricio Macri y el trabajo constante para avanzar en las conquistas y defensas de derechos de la comunidad. Por otra parte, “Acerca del derecho a la ciudad: registro de un urbanismo ‘edificado’ desde abajo” es la historia de una experiencia colectiva de resolución de la problemática de la vivienda, en un asentamiento precario en el rosarino barrio “La Florida’’ que nos muestra un proceso real y concreto de tránsito autogestionado desde la exclusión a la inclusión social.

En la sección Historia se publica Centenario del Primer Congreso Argentino de la Cooperación”, que surge de las actividades promovidas por nuestra Revista junto a la Confederación Cooperativa de la República Argentina - Cooperar, el Archivo Histórico del Cooperativismo Argentino y el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini para conmemorar ese evento. En el artículo se recuperan los principales ejes del debate sobre las diferentes concepciones del concepto “economía social” a principios del siglo XX, los temas centrales de cada uno de los Congresos Argentinos de la Cooperación desarrollados a lo largo de la historia, la necesidad de reconstruir una historia de las mujeres y las identidades disidentes en el sector, y los detalles sobre la propuesta del Archivo Histórico del Cooperativismo Argentino.

Finalmente, en la sección Normativa, “Análisis preliminar de los regímenes de licencias en cooperativas de trabajo” nos introduce, a partir del estudio de un caso concreto, en las diversas situaciones poco o nada contempladas por la legislación vigente respecto a las condiciones del trabajo autogestionado, y en las tensiones y conflictos internos que muchas veces se generan al respecto en las cooperativas de trabajo. El artículo aporta a los debates que se están dando en el sector de la economía cooperativa, popular y autogestionada respecto del necesario reconocimiento jurídico a las y los trabajadores y trabajadoras del sector de la economía autogestiva como sujetos laborales, con derechos del trabajo y seguridad social en igualdad de condiciones con el resto de la clase trabajadora.

Cuando planificábamos esta edición, suponíamos que, a tres meses del cambio de gobierno, un eje del editorial estaría puesto en las diversas medidas que estarían empezando a implementarse. Y podemos, sin duda, mencionar alguna, como el auspicioso traspaso del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) desde el Ministerio de Desarrollo Social al de Desarrollo Productivo.

Sin embargo, en este contexto marcado por la incertidumbre que genera la pandemia, preferimos destacar el papel asumido por el Estado, atento y responsable, que busca transmitir la mayor tranquilidad posible pero que al mismo tiempo asume medidas extremas pocas veces vistas en nuestra geografía. Con fronteras cerradas, escuelas, museos y plazas cerradas; con cuarentenas y anuncios de restricciones que se amplían día tras día, a la espera de frenar a ese enemigo invisible y poderoso. Actitud que el Estado solo puede asumir cuando se lo entiende como una herramienta para el bien común en el marco de una sociedad solidaria y dispuesta a proteger preferentemente a quienes más lo necesitan.

En paralelo, asumimos nuestra responsabilidad, como parte del movimiento cooperativo, de seguir buscando los caminos y proyectos que permitan transformar el mundo para terminar con las desigualdades sociales, económicas, étnicas y de género, con la xenofobia y el racismo, con la crisis climática y la precarización del trabajo, entre otros males que las concepciones neoliberales han ido profundizando.

Porque hoy, como siempre pero más que nunca, sin solidaridad no hay futuro.

 
[1] Documento colectivo del IV paro internacional feminista, 8-9M 2020.