revista@idelcoop.org.ar
DOCUMENTOS Y DECLARACIONES
1976-2025. 49 Años después. Memoria, Verdad y Justicia. Como siempre y más que nunca. Declaración del IMFC
Número 245 / Año 2025 / Por Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos

Revista Idelcoop nº 245 - Marzo 2025 - ISSN Electrónico 2451-5418 /  Sección Documentos y Declaraciones

Idelcoop Fundación de Educación Cooperativa

 

 

Declaración del IMFC

1976-2025, 49 años después Memoria, Verdad y Justicia. Como siempre y más que nunca

 

Desde 1976, cada 24 de marzo el pueblo argentino vive y conmemora el reclamo de memoria, verdad y justicia por los crímenes cometidos por la última dictadura cívico militar que se extendió hasta diciembre de 1983 con el propósito de generar una deuda externa ilegitima, que comprometió el patrimonio nacional, la mutilación del aparato productivo, particularmente de las Pymes, imponiendo un régimen de acumulación centrado en la especulación financiera. Ese proyecto político, cuyas líneas directrices en el plano económico continúan vigentes, sólo pudo implantarse a través de la represión contra las mayorías sociales y culturales, y las organizaciones que las representan.

Siempre resulta valioso ponderar el testimonio del periodista y militante Rodolfo Walsh, quien, en referencia a las desapariciones, torturas y campos de exterminio, señaló:

“Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.”

El Instituto Movilizador, expresión orgánica del cooperativismo transformador, contiene un ideario que coloca en el centro al ser humano, y promueve un orden colectivo fundado en la solidaridad, la justicia social, la celebración de la diversidad, la construcción de una democracia protagónica y participativa. Desde esta visión del mundo, la noción de “derecho” - social, ciudadano, humano- es inherente al pensamiento y la acción de nuestras organizaciones solidarias. Por ello asumimos el 24 de marzo como un momento de encuentro, de reflexión compartida, de movilización con el propósito de que los valores memoria, verdad y justicia cimienten en primer término la rememoración de nuestras/os 30.000 compañeras/os desaparecidos. Este imprescindible acto de memoria no debe tener un sesgo nostálgico, pues las evocaciones simbólicas tienen resonancias de cara a los tiempos por venir. Es un mirar el pasado para reconstruir el presente y adelantar un mejor porvenir colectivo.

Las luchas valientes y abnegadas, expresadas en la acción de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y que el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos tomó como ejemplo por aquél entonces, alimentan el proyecto y la identidad de nuestro pueblo que, en horas oscuras, supo encontrar el cauce para terminar con ese experimento, e ir construyendo, con sus idas y vueltas, el camino de la democracia. Se trata de una verdadera memoria del futuro.

Estos 42 años de institucionalidad democrática han estado atravesados por una disputa entre dos proyectos presentes desde la fundación de la Argentina: uno que defiende la expansión y efectivización de derechos, la noción de igualdad y justicia social, la soberanía política, una democracia protagónica y participativa. El otro que promueve un orden fundado en el privilegio de minorías, la subordinación a poderes extranjeros, la concentración de la riqueza y la imposición de una desigualdad social creciente. Es por esto que, recuperamos la notable sentencia de William Faulkner, “el pasado no está muerto, ni siquiera es pasado.”

El neoliberalismo es un proyecto civilizatorio que promueve la exacerbación de un individualismo egoísta, la exaltación del mercado, la privatización de la vida social y que, en determinada fase, incorpora la idea del odio y la intolerancia, subordinando todo rasgo de humanidad a la ganancia y al ensimismamiento como fin excluyente del ser humano y de la sociedad. Este proyecto va deteriorando las condiciones de existencia de millones de personas, inclusive pone en riesgo la supervivencia de la vida en el planeta. Es decir, está en las antípodas del cooperativismo concebido como proyecto humanista.

Lejos de ser un fenómeno nacional, el neoliberalismo thatcheriano ha sido el proyecto hegemónico a lo largo del último cuarto del siglo XX hasta hoy. Sus efectos están a la vista.

Según afirmó OXFAM en Naciones Unidas en septiembre de 2024, el 1% más rico del planeta tiene más riqueza que el 95% de la humanidad. La crisis ecológica, energética, alimentaria es consecuencia de un modelo productivo y económico predador e insostenible; las guerras que se extienden para preservar viejas hegemonías son la contrapartida de una transición civilizatoria hacia un mundo diverso, respetuoso de las distintas facetas culturales, religiosas o políticas de los seres humanos.

La actual fase del sistema capitalista atraviesa una crisis profunda que demandan la búsqueda de nuevas alternativas civilizatorias, sustentadas en idearios solidarios, convivenciales y pacifistas.

En nuestro país se aplican –por cuarta vez desde la dictadura cívico militar- las mismas fórmulas que se sintetizan en el Consenso de Washington: privatizaciones, precarización laboral, endeudamiento externo, reducción del gasto público asociado a la conculcación de derechos sociales y culturales y el deslizamiento a políticas coercitivas, incluyendo la represión de la legítima protesta social, atributos estos amparados por nuestra Constitución.

Este 24 de marzo se ha logrado, luego de muchos años, que se desarrolle una marcha unificada por Memoria, Verdad y Justicia, decisión compartida que refleja la voluntad de una amplísima unidad en defensa de valores esenciales de la institucionalidad y la convivencia democrática.

El Instituto Movilizador propone recuperar esta fecha con la mirada del dios Jano con sus dos caras, una mirando al pasado, otra al porvenir: al tiempo de rendir homenaje a los mártires de aquel período ominoso, proyectar un futuro que recogiendo las banderas de las generaciones diezmadas germinen los retoños de un mundo mejor.

Hoy como siempre y más que nunca, la conmemoración del 24 de marzo, hunde sus raíces en nuestra historia, aunque guía su mirada al porvenir. Aquellas vidas sesgadas fueron amalgamándose a nuestra identidad como pueblo y nos constituyen como colectivo social y político. Aquellos ideales y sueños humanistas en pos de un cambio social hacia el progreso alumbran otro futuro posible.

Hoy, como siempre y más que nunca, volveremos a hermanarnos con millones de compatriotas que en todo el país se disponen a reivindicar la memoria, la verdad y la justicia.

El cooperativismo transformador que expresamos, se sumará a las voces y los abrazos que resisten, que sueñan, que construyen cada día las bases de una sociedad más justa y solidaria.